Pedro Higinio
Álvarez Rodríguez
ECONOMISTA
Las previsiones del Plan Territorial Especial de Ordenación de
la Actividad Turística para el desarrollo del turismo en la isla
de La Palma son claras. En los próximos 15 años, la oferta
de plazas alojativas va a alcanzar la cifra de 25.000 camas, junto con
una infraestructura de cuatro campos de golf, diversas actuaciones en
el litoral y proyectos residenciales y de ocio en lo que se conoce como
"suelo rústico".
A estas alturas del debate y del conocimiento que se tiene sobre la dinámica económica en Canarias, no se debe poner en duda la existencia de implicaciones importantes en el ámbito territorial, social y económico del modelo que emana de las mencionadas previsiones de crecimiento turístico. Lo decisivo es hacia donde se inclina la balanza de esas implicaciones.
Las propuestas que contiene el Plan Territorial Especial de Ordenación
de la Actividad Turística generan y pueden ir consolidando en la
isla unas pautas de funcionamiento económico, unas condiciones
laborales, una dinámica social y una gestión del suelo que,
en su conjunto, son sustancialmente mejorables desde el punto de vista
del interés general presente y futuro.
Este breve informe pretende argumentar que el modelo de crecimiento turístico, tal como está planteado para La Palma en el Plan Territorial Especial de Ordenación, no es eficiente ni eficaz para la isla desde un punto de vista social, ecológico y económico.
Aún así, lo que se pretende abordar en exclusiva, son las implicaciones estrictamente económicas de las previsiones del documento de Plan Territorial Especial de Ordenación de la Actividad Turística para La Palma.
Hay que dejar muy claro que la "Segunda Parte" (no escrita) de este informe deberá ser un documento donde se concreten las medidas y acciones que reconduzcan la actividad y dinámica económica en esta isla.
Las características fundamentales del turismo que se desarrolla
en Canarias son las siguientes:
En estos momentos, es incuestionable la importancia que tiene la actividad
turística en la economía canaria. En la actualidad, más
del 77 % del empleo total de la región está vinculado a
dicho sector y éste representa aproximadamente el 85% del Producto
Interior Bruto generado en el archipiélago.
Aún siendo cierto lo anterior, también es necesario conocer la "fotografía menos agradable" de una realidad -la canaria- cuya economía pivota en torno al sector turístico.
Analizando con detalle las actuaciones previstas ejecutar en la isla y
planteadas en el documento de Plan Especial, se tiene lo siguiente:
Ante un deterioro ambiental progresivo, como el que se vislumbra para
gran parte de la isla, parte de la demanda turística buscará
otros destinos que le preste los mismos servicios en un entorno territorial
no tan degradado. Este "escape" de parte de la demanda, tendrá
que ser afrontado por el empresariado turístico con una reducción
de precios que logre atraer nuevos segmentos de demanda, pero que será
relativamente de menor cualificación.
Como el empresariado
lo que persigue es el mantenimiento de las tasas de beneficio iniciales
o máximas, tendrá que "actuar" sobre los costes,
dado que el nivel de ingresos desciende al reducir los precios.
Esta disminución de costes afecta al nivel salarial de los trabajadores,
al porcentaje de fondos para mejorar la oferta y acondicionamiento de
la misma, formación, etc. y por tanto se va reproduciendo el fenómeno
dado que sigue deteriorándose el entorno y así cíclicamente
en un proceso con un preocupante final, que es la pérdida de competitividad
de la isla en un sector turístico fuertemente competitivo a nivel
mundial.
De forma paralela, se demandará de las Administraciones Públicas canarias que destinen recursos financieros para mitigar los "daños y perjuicios al sector" y fundamentalmente en la prestación de servicios a los turistas, ejecución de infraestructuras estratégicas y promoción exterior.
1. Limitada capacidad financiera de la población local.
2. Una realidad socio-laboral "alejada" del mundo de los servicios y el turismo.
3. Estructura demográfica con mucha población mayor.
Por todo el contenido y la argumentación del presente documento, lo más sensato y prudente es paralizar el trámite de aprobación inicial del Plan Territorial Especial de Ordenación de la Actividad Turística de la isla de La Palma, tal como está presentado.
Pedro Higinio
Álvarez Rodríguez
ECONOMISTA